CINE, ARTE, NUEVOS MEDIOS

sábado, 28 de agosto de 2010

Cine a contracorriente: Latinoamérica y España (Vía Nitrato Lírico)



Esta pared no es medianera (Fernando De Szyszlo, 1952)

Retransmito en esta entrada la información anunciada por Marcos Ortega en su excelente blog Nitrato Lírico acerca del congreso y del programa itinerante dedicados al cine de vanguardia experimental de Latinoamérica y España. Resalto asimismo la proyección de trabajos realizados por peruanos como Alberto Borea, Diego Lama, y la película de Fernando de Szyszlo Esta pared no es medianera. He incluido algunos enlaces y suprimido otros para que los busquen en la página de Marcos Ortega.

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Bajo el título de 'Cine a contracorriente: Latinoamérica y España - Diálogos, confluencias, divergencias... en los últimos 80 años' el SEACEX y el CCCB nos presentan un grupo de elementos (congreso, programa itinerante y DVD) con el objeto de investigar y dar a conocer el cine de vanguardia/experimental de América Latina y España. El proyecto, comisariado por Antoni Pinent, con el asesoramiento de los especialistas Angélica Cuevas Portilla, Rubén Guzmán y Marta Lucía Vélez, se iniciará los días 28 al 31 de Octubre con un congreso que contará con la presencia de cineastas y espelialstas de ambos lados del Atlántico: Narcisa Hirsch, Ximena Cuevas, Jorge La Ferla, Arlindo Machado, Jesse Lerner, Tomàs Pladevall, Alfonso del Amo, Ángela López, y Juan José Mendy. El congreso constará de diversas ponencias, mesas redondas, una masterclass sobre montaje por Nelson Rodríguez (Cuba) y un 'Taller de introducción a la animación experimental' impartido por Lourdes Villagómez (México).

El programa itinerante constará de seis sesiones temáticas con un total de 59 títulos que serán proyectados por primera vez durante el congreso. De forma similar a 'Del éxtasis al arrebato' este proyecto contará con su catálogo en DVD, que se centrará exclusivamente en la producción latinoamericana y que será editado por Cameo.


Congreso: (sujeto a cambios)

Jueves 28 de Octubre
11:30-13:30 Masterclass: Sobre el montaje por Nelson Rodríguez (Cuba)
17:00-18:45 Apertura por Jorge La Ferla (Argentina) + Proyección Sesión 1: Revolución y contracultura
19:15-21:00 Mesa introductoria de presentación con Rubén Guzmán (Argentina), Angélica Cuevas (México), Marta Lucía Vélez (Colombia) y Antoni Pinent (España)
22:00 Proyección Sesión 2: Cápsulas de tiempo

Viernes 29 de Octubre
10:30-12:00 Ponencia: FAC - Uruguay por Ángela López (Uruguay)
12:30-14:00 Ponencia: Asociación AANME por María Belén Moncayo (Ecuador)
17:00-18:45 Mesa redonda: Restauración - Preservación con Tomàs Pladevall (España), Rosa Cardona (España) y Juan José Mendy (Uruguay/España). Moderador: Alfonso del Amo (España)
19:15-21:00 Encuentro: La Mexicanidad con Ximena Cuevas (México) y Jesse Lerner (EEUU/México)
22:00 Proyección Sesión 3: Interferencias

Sábado 30 de Octubre
12:00 Mesa redonda: Colecciones - Archivos con Fernando Martín Peña (Argentina), María Belén Moncayo (Ecuador) y Irela Núñez (Perú). Moderadora: Ángela López (Uruguay)
17:00-18:45 Mesa redonda: Panóptico con Jorge La Ferla (Argentina), Arlindo Machado (Brasil) y Jesse Lerner (EEUU/México). Moderadora: Marta Lucía Vélez (Colombia)
19:15-21:00 Encuentro: Homenaje a Narcisa Hirsch conducido por Rubén Guzmán (Argentina)
22:00 Proyección Sesión 4: Señales de vida

Domingo 31 de Octubre
18:30 Proyección Sesión 5: Ejercicios de estilo
20:00 Proyección Sesión 6: Medio y masaje


Programa itinerante:

Sesión 1: Revolución y contracultura
- Revolución (Jorge Sanjinés, 1963. Bolivia, 10’, b/n, sonora, 16mm.)
- Juventud, rebeldía, revolución (Enrique Pineda Barnet, 1969. Cuba, 31’, color, sonora, 35mm.)
- BiBiCi Story (Carles Durán, 1969. España, 7’50”, color y b/n, sonora, 35mm.)
- Now! (Santiago Álvarez, 1965. Cuba, 5’, b/n, sonora, 35mm.)
- Quema (Alberto Fischerman, 1962. Argentina, 9’45”, b/n, sonora, 35mm.)
- Agarrando pueblo (Los vampiros de la miseria) (Luís Ospina y Carlos Mayolo, 1978. Colombia, 28’35”, b/n y color, sonora, 16mm.)

Sesión 2: Cápsulas de tiempo
- Fuego en Castilla (José Val del Omar, 1958 - 1959. España, 17’, b/n y color, sonora, 35mm.)
- Magueyes (Rubén Gámez, 1962. México, 9’, b/n, sonora, 35mm.)
- El fin (Sergio García, 1970. México, 8’, color, sonora, súper 8.)
- Photomatons (Eugeni Bonet, 1976. España, 3’, b/n, sonora, súper 8.)
- Camal (Miguel Alvear, 2001. Ecuador, 13’15”, b/n y color, sonora, 16mm.)
- Street Symphony (Sarah Minter, 2006. México, 5’40’’, color, sonora, vídeo.)
- Fome (Hambre) (Carlos Vergara, 1972. Brasil, 9’30”, color, muda, súper 8.)
- Mi co-ra-zón (Pola Weiss, 1986. México, 10’, color, sonora (diálogos), vídeo.)
- Ilha das Flores (Jorge Furtado, 1989. Brasil, 13’, color, sonora, 35mm.)


Sesión 3: Interferencias
- Traum (sueño) (Horacio Coppola y Walter Auerbach, 1933. Argentina/Alemania, 2’, b/n, muda, 16 mm.)
- La flecha y un compás (David José Kohon, 1950. Argentina, 10’58’’, b/n, sonora, 16mm.)
- Los placeres de la carne (Horacio Valleregio, 1977. Argentina, 12’, color, sonora, súper 8.)
- Juquilita (Elena Pardo, 2004. México, 2’20”, color, sonora, 16mm.)
- Ofrenda (Claudio Caldini, 1978. Argentina, 3’, color, sonora, súper 8.)
- Desnudo desciende (Silvia Gruner, 1986. México, 1’30”, b/n y color, muda, súper 8.)
- POESIA eVENTO (Gabriel Borba, 1954-75. Brasil, 1’22’’, color, sonora, súper 8.)
- Opus (José Ángel Toirac, 2005. Cuba, 4’40”, b/n, sonora, video.)
- Danse noire (Frederic Amat, 2005-2006. España, 3’33”, color, sonora, vídeo.)
- Xeroperformance (Paulo Bruscky, 1980. Brasil, 40”, b/n virado, sonora, súper 8.)
- L’espectador / Habitació amb rellotge / La llum / Conversa (Carles Santos, 1967. España, 6’40”, b/n, sonora, 16mm.)
- Horizonte sin Horizonte (Sandra DeBerduccy, 2007. Bolivia, 4’50’’, color, sonora, vídeo.)
- Natura (José Castillo, 2001. Venezuela, 1’40’’, color, sonora, 35mm.)
- Pintura 63 (Ton Sirera, 1962-1963. España, 5’30”, color, sonora, 16mm.)
- Impresiones en la alta atmósfera (José Antonio Sistiaga, 1988-1989. España, 7’, color, sonora, 70mm.)

Sesión 4: Señales de vida
- O pátio (Glauber Rocha, 1958. Brasil, 12’43”, color, sonora, 35mm.)
- La segunda primera matriz (Alfredo Gurrola, 1972. México, 15’, color, sonora, súper 8.)
- La ciudad en la playa (Ferruccio Musitelli, 1961. Uruguay, 12’, sonora, color, 16mm.)
- Documental (Alexander Apóstol, 2005. Venezuela, 2’, color, sonora, vídeo.)
- Esta pared no es medianera (Fernando De Szyszlo, 1952. Perú, 10´, b/n, sonora, 35mm.)
- El Aleph (Narcisa Hirsch, 2005. Argentina, 1’, color, sonora, súper 8 y 16mm.)
- Habana Solo (Juan Carlos Alom, 2000. Cuba, 14’30”, b/n, sonora, 16 mm.)
- Ice Cream (Antoni Padrós, 1970. España, 8’10”, b/n, sonora, 16 mm.)
- Miserere (Antoni Miralda y Benet Rossell, 1979. España, 12’, b/n, sonora, 16mm.)

Sesión 5: Ejercicios de estilo
- Ojo de pez (Gabriel Enrique Vargas Vázquez, 2007. Colombia, 15’24”, b/n, sonora, video.)
- Elegbe (Guillermo Zabaleta, 2008. Uruguay, 3’, b/n, sonora, 16mm.)
- Self-portrait (Ricardo Nicolayevsky, 1982-1985. México, 6’30”, color y b/n, súper 8 y 16mm.)
- 0778 (Marcellvs L., 2004. Brasil, 9’27”, color, sonora, video.)
- Tierra de sombra (Alberto Borea, 2002. Perú, 12’42, b/n, muda, video.)
- Passacaglia y Fuga (Laura Abel y Jorge Honik, 1976. Argentina, 16’, color, sonora, súper 8.)
- Corazón Sangrante (Ximena Cuevas, 1993. México, 3’, color, sonora (diálogo), video.)
- Farce Sensationelle! (Laida Lertxundi, 2004. España-EUA, 3’10”, b/n, sonora, 16 mm.)
- Cocinero (Daniela Cugliandolo. 1999. Argentina, 3’, b/n, sonora, súper 8.)
- F.I.R.T. 119 (Raymond Beluga Studio, 2002. Argentina, 10’ 24”, b/n, sonora, 16 mm y súper 8.)

Sesión 6: Medio y masaje
- Gallery Dogs (Diego Lama, 2005. Perú, 2’30”, color, sonora, video.)
- Travelling (Lluis Rivera, 1972. España, 10’25”, b/n, sonora, 16 mm.)
- Frank Stein (Iván Zulueta, 1972. España, 3’, b/n, muda, 16mm.)
- Las maravillas del mundo salvaje / hormigas (Lourdes Villagómez, 2000. México, 4’38”, color, sonora, video.)
- Límites (1ª persona) (Elías León Siminiani, 2009. España, 7’45”, color, sonora, vídeo.)
- Súper 8 (David Domingo, 1999. España, 7’25”, color, sonora, súper 8.)
- Chapucerías (Enrique Colina, 1987. Cuba, 11’, color y b/n, sonora, 35 mm.)
- Alice in Hollywoodland (Jesús Pérez-Miranda, 2006. España, 7’, b/n y color, sonora, vídeo.)
- Fear/Miedo (Claudia Aravena, 2008. Chile, 14’, color, sonora, video.)
- Minnesota 1943 (Toni Serra, 1995. España, 7’13”, b/n y color, sonora, vídeo.)
- O som, ou tratado de harmonia (Arthur Omar, 1984. Brasil, 17’, color, sonora, 35mm.)


Catálogo DVD:


- Traum (sueño) (Horacio Coppola y Walter Auerbach, 1933. Argentina/Alemania, 2’.)
- La flecha y un compás (David José Kohon, 1950. Argentina, 10’58’’.)
- Esta pared no es medianera (Fernando De Szyszlo, 1952. Perú, 10’.)
- La ciudad de la playa (Ferruccio Musitelli, 1961. Uruguay, 12’.)
- Magueyes (Rubén Gámez, 1962. México, 9’.)
- Revolución (Jorge Sanjinés, 1963. Bolivia, 10’.)
- Now! (Santiago Álvarez, 1965. Cuba, 5’.)
- Fome (Hambre) (Carlos Vergara, 1972. Brasil, 9’30”.)
- Ofrenda (Claudio Caldini, 1978. Argentina, 3’.)
- Agarrando pueblo (Los vampiros de la miseria) (Luís Ospina y Carlos Mayolo, 1978. Colombia, 28’35’’.)
- Ama Zona (Narcisa Hirsch, 1979. Argentina, 20’.)
- Chapucerías (Enrique Colina, 1987. Cuba, 11’.)
- Ilha das Flores (Jorge Furtado, 1989. Brasil, 13’.)
- Corazón Sangrante (Ximena Cuevas, 1993. México, 3’.)
- Hamaca paraguaya (Paz Encina, 2000. Paraguay, 8’15”.)
- Camal (Miguel Alvear, 2001. Ecuador, 13’15”.)
- Juquilita (Elena Pardo, 2004. México, 2’20”.)
- Gallery Dogs (Diego Lama, 2005. Perú, 2’30”, color, sonora, vídeo.)
- Documental (Alexander Apóstol, 2005. Vene-zuela, 2’.)
- Opus (José Ángel Toirac, 2005. Cuba, 4’40”.)
- Ojo de pez (Gabriel Enrique Vargas Vázquez, 2007. Colombia, 15’24”.)

lunes, 16 de agosto de 2010

El proyeccionista itinerante


Hace unas semanas tuve el placer de participar en el conversatorio que siguió a la proyección de las cintas de Marco Pando, cineasta-artista peruano radicado en Holanda.
Para esta ocasión preparé un texto corto. Cuando llegué a la sala de cine, me comunicaron que no leeríamos nada sino que conversaríamos de manera informal, comentando las películas a medida que avanzaba el programa. Esto resultó mucho más espontáneo e interesante, pero me quedé con las ganas de leer mi texto. Cuelgo a continuación el texto que no leí ese día y reitero el entusiasmo que sentí al descubrir la obra de Marco Pando.

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En “El rey de las montañas”, Marco Pando (o más bien, un personaje que llamaré “el proyeccionista”) anuncia que este trabajo nos “recuenta la historia de Chacalón usando el film como medio”. Al presentarnos de esta forma su trabajo, Marco nos revela un aspecto fundamental de su obra, que podemos encontrar, no sólo en “El rey de las montañas” sino en la mayoría de los trabajos que hemos visto esta noche.

Lo que nos anuncia “el proyeccionista” es que estas películas tienen tanto ver con el recuerdo (“recuenta a Chacalón….”) como con el film (o el cine) como medio, pues apuntan a los componentes estructurales del cine y a su condición ambigua. Ambigua porque el cine es dos cosas a la vez: es un objeto concreto (esa serie de fotogramas que vemos desfilar uno tras otro y que en este caso han sido intervenidos directamente, violentados por decirlo de alguna forma) y es una representación, una luz que sale de una máquina, una ilusión óptica y mental.

Las películas de Marco nos revelan cómo se construye esta ilusión: imágenes fijas progresan en el tiempo a cierta velocidad.
Generalmente, esa velocidad es de 24 (o 25) cuadros por segundo. Digo generalmente, porque nuevamente Marco nos demuestra que esa no tiene por qué ser la velocidad de proyección de un película.

Al principio de “El rey de las montañas” vemos al proyeccionista poner en funcionamiento el dispositivo con el cuál va a exhibir las imágenes. El proyector es una máquina, pero sin embargo lo vemos responder al pulso de la persona que lo usa. El proyeccionista, es entonces quien le da cuerda al dispositivo o quien determina manualmente la velocidad de proyección.

Esto me recuerda el texto de Hollis Frampton:

"(Se enciende el proyector)

Tantos watts de energía, distribuidos sobre algunos metros cuadrados de pantalla blanca sin nada en particular, en la forma de un rectángulo cuidadosamente estandarizado, tres unidades de alto por cuatro de ancho.
La performance es impecable. El performer es una máquina de precisión. Se ubica detrás de nosotros, generalmente fuera de nuestra visión. Su rango de acción puede ser limitado, pero al interior de ese rango es, como un animal, infalible.
Lee, para decirlo de alguna manera, de un pentagrama que es al mismo tiempo la anotación y la substancia de la obra.
Puede, y de hecho lo hace, repetir la performance infinitamente, con extrema exactitud.
Nuestro rectángulo de luz blanca es eterno. Sólo nosotros vamos y venimos; nosotros decimos: Por aquí entré. El rectángulo estaba ahí antes que nosotros y seguirá ahí después que nos hayamos ido.
El rectángulo es generado por nuestro performer, el proyector, así que cualquier cosa que se nos ocurra debe caber en él.
De esta forma, el arte de hacer películas consiste en pensar cosas para meterlas en el proyector.”

Lo primero que nos muestra Marco en “El rey de la montaña” es justamente eso: las performances del proyector y del proyeccionista, que en este caso es aquél que piensa en qué meter en el dispositivo.

Nos podemos preguntar ahora: ¿Y qué es lo que Marco mete en el proyector? Quisiera decir que mete recuerdos, pero eso suena un poco huachafo. Así que diré más bien que mete “grabados cinematográficos” que representan situaciones conflictivas o cargadas de ambigüedad.

La primera ambigüedad es la que ya mencioné, la doble naturaleza del medio. También existen otras, como la dimensión pictórica del cine que se enfrenta constantemente a su dimensión narrativa: nos fijamos en una imagen, que sabemos cambiará en algún momento. Aún cuando Marco haya roto con la dictadura de los 24 cuadros por segundo, el proyeccionista moverá la manivela eventualmente, cambiando así la imagen que estamos observando.

Estamos a merced del proyeccionista, quien anda exhibiendo películas bajo una carpa, como en un cine ambulante. Siento sin embargo que el proyeccionista, es una persona nostálgica que extraña el lugar tradicional de exhibición: la sala de cine o el teatro, para usar el término que se emplea en inglés: “movie theater”.

Hemos visto hace un momento la cinta llamada “El fin del cine” que justamente nos muestra este espacio. Si en “El rey de las montañas” Marco nos hablaba del cine como medio, es esta otra cinta nos muestra el cine como lugar.

Voy a citar nuevamente el texto de Frampton. Dice:

"Si vamos a hablar de cine, hagámoslo en la oscuridad.
Todos hemos estado aquí en el pasado. Cuando llegamos a los dieciocho años de edad, dicen las estadísticas, hemos estado aquí quinientas veces.
No en esta misma sala, sino en esta oscuridad genérica, el único lugar que aun queda en nuestra cultura, completamente dedicado al ejercicio concentrado de uno, o máximo dos, de nuestros sentidos."


En esta “oscuridad genérica”, que es el hogar deslocalizado del proyeccionista, podemos ver toda clase de películas, y de alguna manera, estas películas se vuelven parte de nuestra biografía, o para usar un término psicoanalítico, de nuestra economía psíquica.

Aquí nos encontramos con Hitchcock, pero a través de sus efectos en el proyeccionista: el turista Hitchcock. Entonces el suspenso (que es esa sensación de inseguridad que genera angustia ante posibilidad de la disolución o la muerte) se relaciona con el contexto particular en el que está inmerso el proyeccionista desde la infancia: torres de electricidad dinamitadas, “pirañitas”, todos los aspectos más angustiantes de la realidad peruana. Pero también, contrasta con otros elementos: la familia, la ciudad en la que crecemos, o aquella en la que realizamos nuestros estudios, los espacios en los que aprendemos a ser quienes somos.

Quiero terminar mi intervención, diciendo que cuando vi las películas de Marco, aunque son obras independientes, sentí que asistía a una sola función, no sé si de matinée o de vermouth, como se decía antes. Y me gustó que la función terminase con la imagen de un barco de personas caminando, entre las cuales creí reconocer al proyeccionista en busca de un destino para sus imágenes.